Cuántas veces has desgarrado el velo de las tinieblas con la ayuda del vino destellante como un astro... te era servido diligentemente por un copero de voz melodiosa, y se diría que el licor estaba hecho de sus mejillas y de la fresca saliva de su boca...
Me has hecho sentir una cosa tal, que si la hubiera sentido el sol no aparecería más; si lo hubiera sentido la luna, esta no se elevaría; si la hubiera sentido la estrella, no viajaría ninguna noche.
En él he pasado la noche, y la noche y la aurora han sido para mí, almizcle y ámbar gris.
Cuántas noches se prolongan como si, no habiendo aurora, las estrellas que las poblaban hubieran jurado no acostarse.
El amor es para los corazones, la muerte está en los ojos negros.
He sido duramente golpeada por el amor, hasta tal punto que si mi fin estuviera próximo, no encontraría ningún dolor en gustar de la muerte.
Saturday, 31 May 2008
Esplendor de Al Ándalus
Esplendor de Al Ándalus
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